SOLUCIÓN DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO: JARDINES VERTICALES
El efecto “isla de calor” que se está generando en las grandes ciudades a consecuencia del calentamiento global puede verse reducido mediante la instalación de jardines verticales en las fachadas de los edificios, los cuales también disminuyen la polución del aire.
La construcción masiva de edificios, el aumento de la emisión de gases de efecto invernadero y la falta de espacios verdes son algunas de las razonas por las que se han empezado a diseñar y crear estos jardines verticales.
Estos jardines son considerados la mejor solución, pues dotan a las ciudades de pequeños pulmones de O2, color y vida. Tapices vegetales, situados sobre paredes, azoteas, muros o fachadas de edificios, cuya estructura está cubierta de plantas de diversas especies, separadas ligeramente del edificio y formando cámaras de aire, que dan la sensación de jardínes minimalistas.
Este sistema de jardinería arquitectónica posee diversas estructuras de construcción y está basado en una simbiosis entre la selección de plantas, las características bioquímicas del medio (luz, temperatura, humedad, viento…) y el sistema hidropónico (en el cual no se utiliza tierra, sino una solución de agua y nutrientes).
BENEFICIOS DE UN JARDIN VERTICAL:
- Ayudan a purificar el aire
- Regular y reducir la temperatura ambiente.
- Aumento de la biodiversidad, pues las plantas promueven el hábitat de aves y mariposas; e incluso la generación de una reserva de agua de lluvia.
- Aprovechamiento del espacio, la reducción del ruido ambiental (ya que actúan como barrera del sonido).
- Mejora estética y paisajística y la revalorización del edificio.
- Ayudan a evitar problemas respiratorios, pues aportan humedad y reducen los niveles de sequedad; y aumentan la sensación de bienestar entre la población.
Aquí os dejo algunos de los jardines verticales más refrescantes:
Torre de Cristal (Madrid) : A 250 metros sobre el suelo y a mil metros sobre el nivel del mar, como San Lorenzo del Escorial, el jardín vertical de Patrick Blanc en la planta 50ª de la Torre de Cristal de la aseguradora Mutua Madrileña, uno de los cuatro rascacielos ubicados en la ampliación de la Castellana, es uno de los lienzos vegetales más altos. En él crecen 24.000 plantas, entre ellas 11 robles, repartidas por una superficie de 600 metros cuadrados en el pico de la torre, un proyecto del arquitecto César Pelli.
Palacio Europa (Vitoria): Remodelado en 2016 siguiendo un proyecto de Izaskun Larzabal, este centro de congresos se ha convertido en un icono de la arquitectura sostenible gracias a su fachada vegetal, con más de 33.000 plantas autóctonas que reproducen los ecosistemas de Álava.




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